Los Guardianes de los Hechizos ponen una prueba, enfrentando a Gilbert y Sadie con Blaine y Cornelius en un desafío para crear de la nada un arcoíris nocturno. Ambos equipos se esfuerzan, pero Blaine está especialmente preocupado porque sabe que Sadie tiene mucho talento para la improvisación. Sadie está nerviosa por la barbacoa de Sam junto al lago, ella solo quiere ser enrollada. Pero cuando los Guardianes le hacen volver a hacer un trabajo sobre pociones y su madre limpiar su habitación, ¡no ve el momento de llegar a la barbacoa!