Hoy, Martín es como el Gato con Botas, ¡excepto que lleva un par de zapatillas viejas y gastadas! Junto con Gromo y Roxanne, lo escoltan a un país de cuentos de hadas, donde el Rey le encomienda una misión: impedir que un ratón glotón devore el pastel real que ha preparado para el gran baile de esa noche.