Jon Aldrich tenía una vida perfecta: una esposa atractiva y buena madre de sus hijos, una buena casa, un trabajo magnífico y un perro. Sin embargo, una serie de extrañas circunstancias hace que el FBI lo someta a una investigación laboral. Se le cancelan entonces todas sus cuentas y está a punto de ingresar en prisión. Pero lo peor es que sus padres anuncian que van a verlo a Chicago.