David Coffin, de 41 años, fue un exitoso empresario y era el heredero de la fortuna de 23 millones de dolares de su familia acumulada en las industrias aeroespacial y automotriz.
El 11 de diciembre de 1996, los bomberos que acudieron a un incendio en su casa, encontraron su cadaver calcinado en la cocina con varios tiros.