Cerca del año 70 surgió dicen, la rebelión más grande contra el imperio Romano en épocas del emperador Nerón, los judíos no aceptaban más el dominio romano y deciden buscar su libertad. El ejército romano comandado por Tito sitió la ciudad durante varios días, una y otra vez intenta ingresar en Jerusalén hasta que finalmente logran invadir la ciudad asesinando a millares de judios. Tito hijo del emperador Vespasiano decide conservar el hermoso segundo templo de Jerusalén para vanagloriarse de su triunfo pero accidentalmente el fuego cae sobre el templo y lo va consumiendo. Todos los instrumentos, utensilios y tesoros que permanecían en el santuario fueron robados para más tarde ayudar a pagar el gran símbolo del poder de Roma, el Coliseo de Vespasiano.
Las calamidades de Jerusalén y su emblemático templo habían sido profetizado por los siervos del Señor, entre ellos Miqueas (Miqueas 3:12).Israel jamás imagino que llegarían a tales calamidades, creyeron siempre que Dios los acompañaría pero por su rebelión, Dios ya sea había apartado de ellos.Puede consultar también El Conflicto de los Siglos en el capítulo 1 “El Destino del Mundo Predicho”.