La Admiral Grigoróvich entró en uso a mediados del 2016; cuenta con misiles, armamento de avanzada y tiene una autonomía de 30 días Potente y moderna. Así es la fragata Admiral Grigoróvich que Vladimir Putin decidió enviar ayer a la costa de Siria tras el ataque de los Estados Unidos con misiles a un aeropuerto militar.
El gobierno ruso no eligió cualquier barco para enviar a la zona de conflicto. Por el contrario, dispuso el traslado de su nave más moderna que cuenta con tecnología y armamento de última generación.